🌿 Despertar espiritual: la historia que nadie te cuenta (y que tal vez tú estés viviendo)

¿Y si te dijera que no necesitas cambiar tu trabajo, mudarte de ciudad ni tener una pareja ideal para sentir paz? ¿Y si esa calma que tanto buscas no estuviera allá afuera, sino aquÃ, justo ahora, mientras estás leyendo esto?
A veces nos pasamos la vida esperando: el fin de semana, las
vacaciones, el momento perfecto. Y sin darnos cuenta, vamos postergando nuestra
paz. Pero, ¿y si no tuviéramos que esperar más?
Nos han enseñado que la felicidad es algo que se alcanza.
Que primero tenemos que lograr ciertas cosas para poder estar bien: un buen
sueldo, una relación estable, una casa bonita, un cuerpo ideal, tiempo libre.
Entonces vivimos en modo "cuando tenga esto, entonces..."
Pero lo cierto es que esa lista nunca se acaba. Porque
cuando logras algo, aparece otro deseo. Otro "pendiente" para la
felicidad. Es como correr detrás de un tren que nunca se detiene.
Yo misma vivà años creyendo que necesitaba arreglar todo
afuera para poder estar bien por dentro. Hasta que un dÃa me rendÃ.
Literalmente. Me senté, respiré profundo y me dije: "¿Qué pasarÃa si hoy
me permito estar en paz, tal y como estoy?"
Y lo que encontré fue mágico.
El momento presente como refugio
Descubrà que el presente, este instante que a veces
despreciamos por "simple" o "cotidiano", es un refugio. Un
lugar seguro. Un espacio donde la mente se aquieta y el corazón respira.
Cuando estás realmente presente:
Y eso, aunque suene simple, es profundamente sanador.
No necesitas un retiro espiritual para vivir el ahora. Solo
necesitas recordar. Aquà van algunas prácticas simples que me han
ayudado:
La paz aparece cuando dejas de correr. Cuando dejas de resistir lo que es.
Lo más curioso es que cuando te permites estar en paz con lo
que hay, sin exigir que todo sea distinto... muchas veces, la vida empieza a
cambiar. Pero ya no desde la ansiedad, sino desde la calma. Desde una conexión
interna.
Empiezas a ver soluciones que antes no veÃas. A tomar
decisiones más alineadas. A dejar de forzar. Porque ya no estás actuando desde
la carencia, sino desde el centro.
¿Y si la paz no fuera un destino?
¿Y si no tuvieras que hacer nada para merecerla? ¿Y si
pudieras sentirla ahora, mientras lees esto?
Cierra los ojos un momento. Respira. Escucha los sonidos a
tu alrededor. Siente tu cuerpo. Mira lo que hay. ¿Puedes notar que, aunque sea
por un segundo, todo está bien?
No perfecto. No ideal. Pero suficiente. Y dentro de ese
"suficiente"... habita la paz.
La magia estaba aquÃ
No necesitas irte al Himalaya. Ni convertirte en otra
persona. Solo necesitas volver. Volver al ahora. Volver a ti.
La magia no está en cambiarlo todo afuera. La magia está en ver
con otros ojos lo que ya tienes. Y desde ahÃ, construir.
A veces el milagro es simplemente estar aquÃ, presentes,
sin exigirle a la vida que sea diferente.
Y en ese silencio... todo se transforma.
© 2025 By Elemont
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